miércoles, 16 de abril de 2014

La SS de Sevilla del PP

Primera salida en busca de pasos y de fotos desde el asfalto tras algunos (tres o poco más) años de lluvia y solo fotos desde el balcón de la que fue casa de mi madre. Total, unas cincuenta fotografías. De gente. Solo gente, mucha gente, demasiada gente, infinita gente. También muchos policías. Venga policías. Y más policías. Por poco me lleva a la comisaría alguno tras el intento por mi parte de abrirme paso, tal como siempre he podido hacer, por la "cuneta" de la cofradía. Insoportable. Esto es la ss de Sevilla actualmente.

No sé de dónde llega tanta gente, los rostros se me hacen inverosímiles. Me pregunto si la especie ha cambiado o que, evidentemente, lo que sucede es que el mío y los de los reconocidos por mí son los que no han evolucionado. No veo a sevillanos. Me resultan reconocibles los modelitos de las mujeres comprados en el chino de al lado. Gente, mucha gente, infinita gente. Pasa un paso y ni siquiera lo miro, o lo hago con una única emoción, la del asco. Monigotes de fallas me parecen las figuras del misterio. Se ha perdío tó. Invivible. Reconozco la ss de Sevilla como un espectáculo que ya no puede ser vivido por la que suscribe.

Existe un "parking" de cochecitos de bebés en plena Plaza Nueva. ¿Quién coño va a dejar allí un carro de bebé a cincuenta metros de la carrera oficial? Ah, si se permite con el niño inyectado con valium para que no despierte, es otra cosa (conversación oída).

El portaestandarte de X lleva la petaca de whisky que ofrece a sus compañeros. Hasta aquí, todo normal. Lo anormal: Que una cofradía se abra paso por calle no demasiado estrecha con una centuria de policías nacionales a los que solo les falta portar la metralleta contra el público: ¡Así cualquiera hace estación de penitencia!

Imposible, un imposible.

Y continúan proliferando los concursos de carteles de semana santa en fechas previas. Y algunos hasta los ganan. Y venga gente con cámaras y trípodes (esto es lo grave, ¿por qué no disponen también en plena Plaza Nueva un "parking" para trípodes y escalerillas de fotógrafos?) buscando el disparo para el año siguiente y conseguir que sea expuesta en el FNAC. Malas, infames todas (internet, maldito internet). Y no hay ni una que muestre la porquería en lo que se ha convertido. Gente, mucha gente, casi arrastrada por las aceras. Los bares, vacíos, hacen negocio con la venta de bocatas.

¡Pan pa'hoy y hambre pa'mañana!

Por favor, dejen de venir a la ss de Sevilla. Quédense con lo que tienen.

O con lo que no tienen.

Asuman. Como yo hago. A partir de hoy la veré por la tele, si me apetece, y me dedicaré a escuchar las marchas que me emocionan en el mac. Aquí no hay policía que me imponga su utópica (no ha lugar para ella, no en una Semana Santa de Sevilla) autoridad.

4 comentarios:

Amando García Nuño dijo...

O sea, ¿ SS significaba esto ? Ya decía yo que me recordaba algo...

De todas formas, ¿has probado a seguirlas a las cinco de la madrugada? Digo yo que a esa hora no habrá bebés... Policías, sí, supongo, son como niños.
Abrazos (penitentes, desde que descubrí el vino de misa)

Unknown dijo...

Querida Sofía, para el próximo año nuestro querido ayuntamiento tiene previsto ofrecer un servicio de tribunas portátiles, de varios modelos y tipos: unipersonales, para parejas y familias numerosas, con neverita integrada y mano automática para pedir cera y caramelos. Con ellas, al ser automotrices, podremos desplazarnos hasta el lugar que más nos interese y anclarla para disfrutar cómodamente del paso de la cofradía...algunas, las más caras tendrán mecanismo de autogiro, porque si no dime tu la que se puede liar en Placentines. De todas formas, recomiendo que la carrera oficial la trasladen al campo de la Feria, tiene que ser precioso ese misterio girando desde Antonio Bienvenida a Joselito en pequeñas chicotás.

Carlos Serra dijo...

¡Lo conseguí! Toda la Semana Santa sin ver un paso.

¿Cómo? ¿anticofrade yo? Que equivocado estáis. Si es que soy tan, tan, tan cofrade que con tal de que Sevilla recupere su cuota humana natural soy capaz de quitarme de en medio. Eso es un acto de amor, y no lo que hacen muchos capillitas incrementando la presión de la bulla a cualquier precio.

Yo ya he vivido varias SS viendo TODOS los pasos, sin excepción, hasta el Resucitao (porque pasaba por debajo de mi casa, todo hay que decirlo; por cierto, que es una de las cofradías que más me gustan, el recordatorio de lo que gana la especia humana con la reconciliación y el amor), pero cuando le metes medio millón de personas nuevas en las calles estrechas, como que no, oiga. Como que empiezas a temer por tu seguridad y te planteas si deberían hacer como en Pekín durante el seco invierno: limitar la entrada según la paridad del núemro de matrícula (o DNI) para que no ocurra lo que estadísticamente acabará ocurriendo.

Heysel, ese es el nombre que se me viene a la memoria desde hace unos años. Da igual que los sevillanos sepan andar con bulla o no. El límite físico está cerca de ser superado.

Pura ciencia, no se crean.

Unknown dijo...

Estoy que me muero de ilusión: he conseguido una estampita de San Bernardo en plena calle Mateos Gago. Y antes, os lo juro, me he tomado dos tapas de tortilla en salsa en el Giralda, con tres camareros para mi solito. Bueno, me voy a urgencias a que me saquen la botella de litro y medio de Bezoya que la madre del niño, que pretendía antes que yo la estampita de los cocorocococo, me ha estampado.

 
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Semana santa de Sevilla by Sofía Serra Giráldez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial 3.0 España License.